Castellón Liberal
Storified by Javier Moliner · Thu, Jan 14 2016 09:16:50
Para el PP el Estado de Derecho no está en funciones. Hay principios que están por encima de los intereses de unos pocos, en eso consiste la democracia: en incrementar la libertad y, más en concreto, mi visión liberal del mundo: más libertad individual pero con los límites claros de la Ley que nos protege y nos ampara.
En los últimos tiempos, parece que ser útil como representante público es lo de menos. Son muchos los partidos que esquivan el fin último (y único) de los servidores públicos y su único fundamento es ganar en importancia, en ganar poder frente a la realidad por la que han sido escogidos a través del sufragio universal.
Y ante las situaciones difíciles, las soluciones nunca son fáciles. Sólo la dificultad nos permite fortalecer la voluntad de llegar a acuerdos y no caer en conclusiones perversas. Con la dificultad maduramos, como dijo Henry Miller, y esa es la cuestión fundamental de todo: que el proceso de aprendizaje debe contar con la sensatez que encarna el Partido Popular.
España necesita de un nuevo proceso de aprendizaje y los políticos debemos estar a la altura de las nuevos principios. De la misma forma que miles de castellonenses ponen en pie esta provincia en cada amanecer, igual que los emprendedores imprimen sus sueños en proyectos audaces. Tal y como un deportista se enfrenta a una nueva marca, sin importar el cansancio.
Es el tiempo del diálogo, de bucear en las democracias que nos llevan años de ventajas como Alemania, Holanda, Suecia o Finlandia. Desde mi perspectiva, es el tiempo de la unidad, de más Constitución, de más igualdad entre todos los españoles, de más defensa y unión contra el terrorismo.
Fue Maquiavelo quien acuñó el aforismo de que no puede haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad. La ilusión es lo que nos debe unir, como un primer kilómetro o un lienzo en blanco: en España, como en la propia Diputación, donde también iniciamos una nueva etapa tras la marcha del mejor compañero que uno puede tener, como es Miguel Barrachina.
La vida y la política son lo mismo. Se retroalimentan y se nutren de forma incuestionable como el sueño y la vigilia, con el pasar del tiempo, con los nuevos escenarios que se dibujan de la voluntad de todos. El interés general de España, de Castellón, debe estar por encima de cualquier interés personal o partidista. Sin rebajas, sin lastrar los derechos y vigilantes de lo que de verdad quieren los ciudadanos.